Hopescrolling contra la sequía apocalíptica
Cómo combatir la angustia climática, existencial y digital con mejores utopías. Exploremos el campo emergente de “diseño de futuros”.

Les doy la bienvenida de nuevo a La Lupa Digital: Justicia de Género, un boletín del Inspiratorio.org. Soy Cristina Vélez Vieira e investigo ecosistemas digitales, democracia y movilización social.
[Estado de la tormenta] (o del incendio🔥)
Los alarmantes titulares de hoy por la llegada del huracán Milton a Florida contrastan con la sequía que, en el último mes, hemos visto en nuestro feed quienes vivimos en Sudamérica. Durante septiembre nuestras redes sociales se convirtieron en una estela de imágenes de humo, fuego y bosques quemados. La región sufre una histórica ola de incendios forestales en más de 6 países, intensificada por la sequía amazónica, la temporada de calor y algunos focos de actividad criminal. Así lo evidencian los datos del Instituto Brasileño de Investigación Espacial (Inpe), pero también el aumento de los contenidos de Instagram, TikTok y Shorts de YouTube anunciando “emergencia”, “crisis climática" y “desastre nacional”, como lo declaró hace poco el Gobierno de Bolivia a propósito de las 7 millones de hectáreas incendiadas en Santa Cruz.
La búsqueda de imágenes en Google sobre “incendios forestales” alcanzó un pico récord en español, con relación a las búsquedas en los últimos 5 años, con más actividad en Ecuador, Chile y Centroamérica. Admito que yo también sucumbí a horas y horas de doomscrolling: de escroleo de noticias negativas. Esta experiencia intensa me dejó claro el desafío que enfrentamos las organizaciones de justicia de género: ¿cómo hacemos para mantener la atención de las audiencias en nuestras causas cuando los desastres climáticos cada vez consumen más urgencia y atención en internet? 🤔
Sorpresivamente, uno de los filósofos contemporáneos que más ha descrito la fatiga y el exceso de individualismo que nos está generando el diseño de las redes sociales, nos propone una salida: la imaginación colectiva. El argumento de Byung-Chul en su más reciente libro El espíritu de la esperanza es que estamos ocupando mucho tiempo en discursos de “manejo de crisis”, cuando lo que necesitamos es un horizonte de significado compartido 🌱. En sus palabras, la esperanza es elocuente, narra. El miedo, por su parte, es incapaz de la palabra. El filósofo comenta que, en alemán, el concepto Angst (angustia en español) significa originalmente “estrechez”, pues sofoca cualquier sensación de vastedad, de perspectiva y bloquea la vista.
Inspirada en su ensayo, en este boletín exploro el campo emergente de diseño de futuros y cómo este puede servirnos para ofrecer dirección, conexión y sentido. En una audiencia digital cada vez más desgastada, vale la pena abrir nuevos caminos para el hopescrolling o escroleo de la esperanza, un término que se ha puesto de moda en el contexto de la campaña de Kamala Harris en Estados Unidos (aquí un ejemplo).
Las animo a escrolear hasta el final, pues hay una lista de recursos para emocionarnos con la futurología. 🔮🔮🔮
[Nuevos nortes 🛤️]
"La crisis climática también es una crisis de cultura y, por lo tanto, de la imaginación", dice el escritor indio Amitav Ghosh. Esta afirmación nos plantea un desafío: necesitamos reimaginar nuestro futuro. Para quienes trabajamos en justicia de género, el reto es aún mayor: debemos crear visiones futuristas que entretejan feminismos y justicia climática, una labor que, cuando empecé a escribir este boletín, me pareció compleja. Especialmente porque muchas veces algunas de nosotras vemos un muro entre estos dos mundos, un muro que en realidad no existe 🧱. La evidencia recolectada por un estudio de Puentes y Sensata en 2022, en el que participaron más de 40 mil personas en América Latina, confirma que un 32% de las personas más simpatizantes con las causas de justicia de género manifiestan muy baja cercanía hacia las causas de justicia ambiental.
Por fortuna, desayuné con María Paula Murcia, periodista, cofundadora de Mutante y cultivadora. Entre otras cosas, me habló de su trabajo de investigación de maestría sobre redes de cuidado multiespecie en el páramo de Sumapaz, en Colombia 🇨🇴. Me inspiró mucho conocer este concepto y encontrar ramificaciones tan claras del cuidado feminista en lo ambiental 🍃.
Citando la tesis de María Paula, el cuidado es “todo lo que hacemos para mantener, continuar y reparar 'nuestro mundo', de tal manera que podamos vivir en él tan bien como sea posible. Ese mundo incluye nuestros cuerpos, nuestras nociones de nosotros mismos y nuestro entorno, todo lo que buscamos entretejer en una red compleja que sostiene la vida”. (📖 Tronto y Fisher en Puig, 2012, p. 198).
Este último párrafo abrió un nuevo compartimiento en mi imaginación y en mi vida cotidiana con gatos, plantas y otras dos personas de 44 y 10 años. Desde ese día empecé a ver derivaciones de estas redes de cuidado multiespecie en el trabajo de otras mujeres. Aquí les dejo varios ejemplos:
⚪ El libro Sultana’s Dream, escrito en 1905 (sí, es así de antiguo) por la pionera del feminismo musulmán Rokeya Sakhawat Hossain, cuenta la utopía futurista de Ladyland. En esta sociedad liderada por mujeres científicas no hay combustibles fósiles sino energía solar ☀️ y las calles están pavimentadas con flores 🌺.
⚪ Me acordé del primer libro de ciencia ficción que conozco que refleja un mundo donde me gustaría vivir: A Psalm for the Wild-Built y las urbes imaginadas para mujeres que recoge la arquitecta belga Léone Drapeaud 🌆
⚪ También quiero mencionar el nuevo libro Deseada: maternidad feminista, de la escritora colombiana Catalina Ruiz, en particular me interesa destacar la descripción que hace de la red de comadres y afectos que sostiene (también) el mundo natural. De acuerdo con su libro, “Las comadres son con quienes crías, con quienes construyes en colectivo la maternidad (...). A las madres nos concierne el futuro. Los desastres ecológicos ponen en peligro el bienestar, la salud y la vida de nuestros hijos y de sus hijas y de sus hijas. Las defensoras de la tierra y del territorio también son madres y con sus trabajos protegen a toda la sociedad. (...) La vida es una constelación de sistemas interdependientes”. Esta frase me hizo pensar en el documental que Helena Dias 🇧🇷 empezó a desarrollar como parte del Campamento Virtual para Guionistas Tejiendo Historias, que aborda la red de cuidado y solidaridad que surge en los pisos especializados en ginecología de dos hospitales en São Paulo.
En otras palabras, mi encuentro con María Paula me permitió ver cómo las utopías se vuelven contagiosas, sobre todo cuando se piensan en comunidad. Como dice Han, el sujeto de la esperanza es siempre “un nosotros”.
Un ejemplo histórico de esto es la colectiva See Red Women Workshop, un taller gráfico feminista que tomó mucha fuerza en el Reino Unido 🏴 entre 1974 y 1990. Su trabajo consistía en juntar mujeres a pensar en ideas y escenarios futuros, visiones que después imprimían y pegaban en afiches en las calles para inspirar a los demás (escogimos uno de los más famosos y lo adaptamos en la portada de esta edición 😉).
Buscando en Latinoamérica ejemplos de este tipo de ejercicios colectivos encontré “Postales del Futuro”, una iniciativa de Latfem, medio de comunicación feminista nativo digital argentino 🇦🇷.
El Laboratorio de Imaginación y Cognición de la Universidad de Albany EE. UU. publicó recientemente un estudio sobre los efectos positivos de este tipo de espacios de co-imaginación. A través de sus experimentos concluyeron que “las personas que imaginaron colaborativamente un futuro compartido se sintieron más cercanas y conectadas entre sí, en comparación con quienes imaginaron un futuro compartido de manera independiente o colaboraron en una tarea no relacionada”.
En otras palabras, la clave es pensar en las utopías como actos colaborativos y vehículos para asomar la cabeza y mirar más allá de nuestros nichos.
[Herramientas para navegar ⚒️]
Por todo esto, en The Most Creative Look to the Future (La mirada más creativa hacia el futuro), un informe de UN Global Pulse, nos animan a cultivar más espacios de diseño de futuros, especulativos y de prospectiva liderados desde organizaciones de la sociedad civil. En términos prácticos, esto se traduce en tener más conversaciones 💬 (talleres, reuniones y campañas) que convoquen voces de diferentes movimientos, saberes y conocimientos para dibujar ideas y escenarios de futuro. El reporte también señala que es clave integrar artistas en el proceso, en la medida en que ayudan a desbloquear formas de pensamiento y propician la resolución de problemas con métodos no tradicionales.
Pero, ¿por dónde empezar?
Para que nos ayudara a abrir caminos de pensamiento, entrevisté a una mujer con la que he trabajado antes en varios proyectos: Ana Araos, directora de Sensata UX Research –y además mi amiga, comadre 😉–. Ella lideró entre abril y agosto de 2024 un proceso de pensamientos prospectivos para Puentes, el Instituto Toriba e Iris. El objetivo fue congregar diferentes movimientos, activistas y profesionales de cambio narrativo de 10 países de Latinoamérica para diseñar juntos una encuesta de futuros pensada para públicos latinoamericanos. Un total de 11.344 personas en toda la región, incluyendo Brasil, respondió la encuesta.
Spoiler: en la última sección, Ana resalta tres resultados clave para organizaciones que trabajamos en justicia de género en la región 👌🏽.
Cristina: Ana, ¿nos puedes contar cómo se diseñó el proceso de co-imaginación de futuros para después ampliar la encuesta?
Ana: En el marco de una colaboración entre Iris y Puentes para un ciclo de Tertulias, invitamos entre abril y agosto de 2024 a periodistas, comunicadoras, activistas y agentes de cambio en toda la región para construir conjuntamente escenarios de futuro sobre los cuales consultar a la opinión pública. Ahí nos dimos cuenta de que para las personas que trabajan en activismo, filantropía o cambio social, a veces es difícil pensar en perspectivas futuras que no sean automáticamente las distopías más conocidas; esas escenas de un planeta desierto que la ciencia ficción se ha encargado de posicionar en nuestras mentes.
En este sentido, los encuentros terminaron siendo un ejercicio terapéutico, pues retaron a un grupo de personas muy diversas y calificadas a imaginar utopías deseables, pero concretas y tangibles. Para armar la batería de preguntas tuvimos que buscar o construir representaciones gráficas y concretas de estos escenarios futuros para que las personas encuestadas seleccionaran la primera reacción que les despierta cada una de estas imágenes: 👍🏾 o 👎. En este enlace puede interactuar con el formulario de la encuesta en Español y Portugués.
El segundo paso de la investigación consistió en llegar con la encuesta a públicos no directamente ligados a nuestros movimientos, a través de un sistema de distribución mediante anuncios publicitarios en redes sociales, especialmente en Meta. Esto nos permitió indagar por la aceptación de las utopías y distopías propuestas por el grupo de participantes del proceso de prospectiva.
Como ejemplos vale la pena destacar cuatro escenarios futuros relacionados con el tema ambiental que recibieron gran aceptación:
las huertas comunitarias urbanas tuvieron un 93.4% de reacciones a favor,
las comunidades multigeneracionales tuvieron un 87% de reacciones positivas,
el 74% de las personas encuestadas preferiría un planeta poblado de naturaleza por encima de un planeta con desarrollo urbanístico y tecnológico,
y las familias multiespecie (muy en la onda de las metáforas de este boletín) tuvieron un 60% de aprobación.
También se vio apertura a un futuro liderado por nuevos liderazgos: la posibilidad de presidentas negras obtuvo 85% en la región hispanohablante y 91% en Brasil.
Cristina: ¿Qué otros resultados clave destacarías, especialmente pensando en el objetivo de promover visiones esperanzadoras desde el feminismo que tiene este boletín?
Ana: Identificamos cinco grupos para caracterizar las distintas formas en que las audiencias se están relacionando con el futuro en la región. Con base en las respuestas de la gente, agrupamos las narrativas en cinco segmentos: Reimaginación Radical de la Sociedad, Cautela Desinformada, Ambientalismo Pesimista, Pragmatismo Esperanzado o Realismo Conservador. Sin embargo, el segmento Cautela Desinformada es un grupo al que vale la pena ponerle especial atención si pensamos en campañas de movilización feminista.
Este grupo, que contó con la mayor proporción de mujeres (62,84%), reporta desconocimiento en muchos temas de actualidad política, percepción de que la democracia está en riesgo en la región, moderado optimismo frente al futuro y moderada valoración de la igualdad en el poder y la diversidad. Esta narrativa es compartida por mujeres mayores de 35 años, con un nivel educativo promedio más bajo, mayoritariamente con hijos, con más frecuencia dedicadas a labores del hogar, que consumen pocos contenidos políticos, se informan por medios de comunicación tradicionales y preferirían vincularse a comunidades religiosas para fortalecer los lazos con su comunidad.
(En este enlace puede accederse a un resumen de cada uno de los grupos y cómo se distribuyó en la muestra.)
Cristina: En otras palabras, estos datos revelan que este grupo mayoritario de mujeres tendría potencial para movilizarse por nuestras causas, pero está en un riesgo alto de caer en el doomscrolling o escroleo pesimista. ¿Cierto?
Ana: Sí, lo que se ve es una oportunidad para la acción porque esta narrativa representa a un grupo muy grande de mujeres en la región, mujeres que tienen mucho miedo hacia distintos temas y cuya forma de manejarlo no es buscar información y empoderarse, sino aislarse o recurrir a la religión como mecanismo para manejar la incertidumbre. El reto para el movimiento feminista es llegar a ellas de una manera en la que se pueda conectar, aumentar el acceso a información y educación política adaptada a sus contextos, y crear redes que generen conexión y eviten el aislamiento de estas audiencias.
Cristina: ¿Algo que te haya sorprendido especialmente de los resultados de la encuesta?
Ana: Un dato que me sorprendió es la gran expectativa que tienen las personas acerca del poder de influenciadores. Más de la mitad de la muestra cree que en el futuro la gente va a seguir más las recomendaciones de influenciadores de redes sociales que de líderes religiosos, amigos o familiares y expertos académicos o científicos.
La encuesta también nos alerta sobre la creciente complejidad que están tomando las narrativas alrededor de la natalidad en la región, anticipando que estos matices podrían intensificarse cuando la opinión pública tome mayor conciencia del envejecimiento poblacional y sus impactos en políticas públicas alrededor del sistema de pensiones y salud.
Por un lado, vemos una tendencia emergente entre algunos jóvenes menores de 35 años, notablemente en Brasil, que favorece el aumento poblacional. Sorprendentemente, algunos incluso contemplan medidas drásticas como la prohibición de anticonceptivos y del aborto para lograr este fin.
Y por otro lado, la encuesta muestra que un grupo importante de personas sí elegirían tener hijos si existieran mejores sistemas laborales, de cuidado y medio ambientales. Pero sobre todo mejores condiciones económicas. Esto subraya la importancia de que las organizaciones de género acompañen a este grupo de la sociedad a alcanzar las garantías materiales básicas para realizar su autonomía reproductiva teniendo hijos, a la vez que se protege la autonomía de aquellas personas que no quieren tener hijos.
Le agradezco a Ana por darnos todas estas pistas y motivarnos a ver más allá a través de este instrumento 🔭. Para quienes quisieran profundizar, las invitamos a unirse al webinar de presentación de resultados que Puentes está organizando para el 27 de noviembre a las 12:30 pm Colombia/ 2:30 pm Chile. Aquí el link de inscripción.
Para cerrar, quisiera compartir otros recursos útiles para pensar en utopías desde los movimientos sociales, todos desde campos hermanos como los estudios/diseños de futuros, futurología o prospectiva:
🟢 Este repositorio interactivo y esta formación en Coursera ofrecen herramientas para hacer talleres de co-imaginación.
🟢 En el pódcast Humo, señales para otros mundos posibles, menos calientes, conversan sobre respuestas esperanzadoras a la crisis climática: “los otros mundos posibles ya están aquí, nuestro reto es aprender a escucharlos”.
🟢 Dos organizaciones de sociedad civil están usando la ficción como recurso para crear nuevas visiones en los activismos: la organización SUPERR LAB (en Berlín) y Tertúlias de Ficção del Instituto Toriba (en Brasil).
🟢 En el área de derechos digitales e información, recomiendo mirar el interludio (pág. 46) de este informe de The Engine Room, que busca motivar el desarrollo de una visión de ecosistemas de información saludables para América Latina (yo participé como investigadora de este reporte y aluciné con las ilustraciones de La Propia Agencia 🤩).
🟢 Ruha Benjamin, profesora de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Princeton, se basó en sus años de investigación sobre raza, tecnología y justicia para escribir recientemente Viral Justice. En este libro, comparte ejemplos de su vida y explora cómo podemos transformar el futuro con pequeños actos. En sus palabras: "En el corazón de todo mi trabajo está la invitación a imaginar y crear los mundos sin los cuales no podemos vivir, al mismo tiempo que desmantelamos aquellos en los que no podemos vivir”.
Mucha suerte estudiando todas estas inspiraciones que, ojalá, las lleven a hacer mucho hopescrolling 😊.
Ah, ¿me ayudan con algo? En Las Escuchadoras estamos buscando una consultora en Latinoamérica con experiencia en procesos de construcción de red, para que apoye nuestra estrategia organizacional. Les dejo la información por si alguien se les viene a la cabeza.
¡Hasta la próxima!
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Diseño: CRUAÑAS EMII / Edición: Koleia Bungard.