Memes y poder con Kamala Harris
La vicepresidenta de EE. UU. irrumpió en la contienda contra Trump como fuerza de la naturaleza 🌴🥥, pero sobre todo de internet. Los memes han sido clave para movilizar. ¿Qué podemos aprender?
Les doy la bienvenida de nuevo a La Lupa Digital: Justicia de Género, un boletín del Inspiratorio.org. Soy Cristina Vélez Vieira, e investigo ecosistemas digitales y movilización social.
Desde que el presidente de EE. UU., Joe Biden, anunció que no buscaría la reelección y cedería el paso a su vicepresidenta (VP) Kamala Harris, un ambiente festivo se apoderó de plataformas como TikTok, X e Instagram. Miles de cuentas se lanzaron a crear, adaptar y compartir memes sobre ella.
El viernes pasado, cuando Harris sumó el apoyo de suficientes delegados demócratas para que su candidatura se hiciera oficial, Internet volvió a amarla y ella siguió dando material: en todas partes, el tema es Kamala.
¿Han visto el meme: “Say it to my face!”? En un reciente evento en Atlanta, Harris se burló del candidato republicano Donald Trump, porque ya empezó a cancelar debates para no enfrentarla: "Bueno, Donald, espero que reconsideres encontrarte conmigo", dijo ella, prolongando la tensión con una larga pausa. "Porque como dice el dicho, si tienes algo que decir, dímelo a la cara".
Si hoy escriben "Kamala" en el buscador 🔎 de su red social favorita, se encontrarán con una brisa de verano: publicaciones de Kamala riéndose, de Kamala bailando, de Kamala gozando. Sus tomas más auténticas se tomaron la sección “Para ti” de TikTok, musicalizadas por miles de usuarios con los últimos hits del momento, decoradas con emojis de cocos y palmeras, electrizadas con múltiples efectos y coloreadas con una paleta verde limón.
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Como lo expresó un ciudadano en el podcast The Wilderness, a menos de 100 días para la votación, la nueva fiebre de publicaciones en redes sociales sobre Harris “se ha sentido como una corriente de aire nuevo en la cara (...), como un nuevo comienzo”. En esta misma línea, en las nuevas cuentas sociales que abrió la candidata y que sumaron seguidores y micro-donaciones en tiempo récord, muchas personas están comentando que esta ola de emociones positivas en línea las ha animado a ver la VP con otros ojos.
En una campaña marcada por “el doble hastío”, en la que muchos votantes llevaban meses hartos tanto de Biden, como de Trump, los memes y la creatividad colectiva parecen estar ayudando a “cambiar la temperatura del cuarto” y a movilizar la esperanza. También a desafiar estereotipos de género a través del humor con ayuda de la cultura pop y sus fandoms.
Las invito a que usemos este boletín para sacar lecciones sobre memes y movilización social. Las animo a llegar hasta el final, pues en la última sección entrevisté a Alejandra González, coordinadora de comunicación de Democracia en Red, quien nos cuenta cómo pasar de la teoría a la práctica y ponernos manos a la obra a hacer nuestros propios memes.
[Estado de la tormenta ⚡]
Los trumpistas y en general los neoconservadores de EE. UU. son reconocidos maestros del arte del meme. No es coincidencia que uno de los capítulos del clásico libro Meme Wars de Joan Donovan, se titule: “Donald Trump, el comandante en jefe de los memes”.
Para explicar las características que debe tener un buen meme, An Xiao Mina, la admirable autora del libro Memes to Movement siempre menciona en sus conferencias el ejemplo del eslogan “Make America Great Again (MAGA)” y sus derivaciones. 🧐 Los memes deben ser piezas con un componente cómico, superficial o silly. Debajo, sin embargo, hay todo un universo de sentido y un potencial infinito de re-interpretaciones en formatos online u offline.
En la definición que nos da la profesora e investigadora israelí Limor Shifman (MIT Press, 2014) queda claro que un meme es mucho más que un post, es (a) un grupo de elementos digitales que comparten características de contenido, forma y/o postura, que (b) fueron creados con conciencia de que juntos construyen una historia y (c) circularon, imitados y/o transformados, a través de Internet por muchos usuarios, dejando espacio para la serendipidad. Es por esto que, por fortuna, los bots siguen sin ser efectivos aquí 🙂.
Las mismas iniciales MAGA que están en la gorra roja de USD$3 con letras blancas que lleva Trump son usadas en hashtags, arengas, camisetas y mítines. También aparecen en muchos videos amateur representando esa América de prosperidad que se fue y que muchos quisieran recuperar. En cuatro letras está incrustada una narrativa profunda y una interpretación muy afinada del zeitgeist político y social de los Estados Unidos de hoy.
Los memes siempre tienen algo de construcción colectiva (de personas que quieren conectar con otras personas). Como lo muestran los académicos Neumann, Keen y Suarez-Tangil, varios memes clásicos (como el de Pepe, la rana 🐸) se originaron en comunidades de ultraderecha como 4chan en EE. UU., reconocidas por sus dinámicas de horizontalidad y de participación. Por todo esto, no es una victoria menor que la campaña de Kamala le esté ganando “momento digital” a los trumpistas y se esté impulsando en estas dinámicas de contenido orgánico.
[Herramientas de navegación ⚒️]
Faltando aún tres meses de campaña, es muy temprano para asegurar si la euforia digital que estamos viendo tiene el poder de darle el empujón que Harris necesita para llegar a la Casa Blanca. Sin embargo, por ahora, podemos tomar nota ✏️✏️ y empezar a poner en práctica las siguientes lecciones:
Lección 1️⃣: Creer en el potencial de los memes para refrescar
En las últimas semanas, los memes han sido importantes para movilizar un cambio de narrativa en la contienda en EE. UU. Antes, el foco estaba en una elección entre dos octogenarios hablando de patria, apocalípsis y con dificultades para bajar las escaleras del Air Force One. Ahora, vemos cómo nuestros feeds se van llenando de otro tipo de contenido político: una atmósfera de summer vibe, ambiente veraniego, relajado y juvenil.
🌴🥥La reinvención de la “palma de coco”
“¿Crees que simplemente caíste de un cocotero? Existes en el contexto de todo lo que vives y lo que vino antes de ti". Este fragmento de un discurso de Kamala Harris, en el que recordaba una frase de su madre, la investigadora de cáncer Shyamala Gopalan, había sido usado antes por los republicanos para atacar a Harris, incluso la acusaron de estar desconectada o borracha al pronunciar esta y otras frases. Pero su comunidad digital más fiel, quienes se hacen llamar a sí mismos KHive (en referencia a BeyHive de Beyoncé), le dio la vuelta al potencial de viralidad que ya tenía este símbolo y lo usó para animar a delegados demócratas a que se subieran a “la palma de cocos” y apoyaran la nominación de Kamala.
De este caso es importante entender que, como dice Xiao Mina en Memes to Movement “en un meme no hay punto de estabilidad, nunca, siempre se está transformando”. Los seguidores más fieles de Kamala no inventaron la rueda, sino que supieron aprovechar el ímpetu memístico que la VP ya tenía, así como su tendencia a mostrarse auténtica. Esto es algo que aprecian mucho los Gen Z y lo confirmó en CNN la joven activista Deja Foxx. Ella trabajó en la campaña de Harris por la nominación demócrata en 2019 y comentó que, cinco años atrás, su equipo ya tenía mapeado el potencial de la VP para este tipo de formatos sonoros tan pegajosos. Sin embargo, en ese momento TikTok era incipiente, por lo cual no lograron el alcance que hoy sí están teniendo.
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💚Kamala is brat:
El 21 de julio pasado, la artista pop británica Charli XCX respaldó a Harris en su perfil de X. La llamó brat, palabra que da título a su nuevo albúm, himno y hashtag (#bratsummer) de la Gen Z este verano en EE. UU. y Europa. Para la cantante, brat se refiere a esa chica que es un poco desordenada y le gusta salir de fiesta y tal vez decir a veces algunas cosas tontas (..) que se siente ella misma (..)”.
La campaña de Harris actuó al instante haciendo un rebranding de su cuenta de X, que ahora tiene un logo verde lima inspirado en la portada de este álbum. Las audiencias reaccionaron de una forma muy positiva a la apuesta de #kamalaisbrat y se animaron a cuestionar imaginarios sobre cómo deben ser las mujeres en el poder. Como lo dice la historiadora británica clásica Mary Beard, muchas líderes políticas occidentales, desde Angela Merkel hasta Hilary Clinton, han buscado adaptar rasgos del “hombre perfecto” para mimetizarse y sobrevivir electoralmente. El mensaje de Kamala is brat se distancia de estas expectativas irreales. Como lo dijo hace poco la artista Paola Mendoza en su cuenta de Instagram, el liderazgo es una obra en construcción que exige cuidado y acompañamiento colectivo:
“Estoy a favor de Kamala (...) Pero Kamala no es mi heroína. Ningún político lo es. Kamala es tan imperfecta como el país en el que vivo (...) lucharé con todas mis fuerzas para empujar a Kamala hacia el mundo en el que quiero vivir (...) Sé que votar no es el final sino el comienzo”
El nuevo boom de la VP en redes sociales aborda directamente este lado humano de la candidata amplificando videos en los que a ella se le traba la lengua en Louisiana para hablar del “significado del paso del tiempo”, o canta desafinada "The Wheels on the Bus" o confiesa que ama los diagramas de Venn con todo su corazón ❤️ (algo que ella comparte conmigo y con los creadores de memes, quienes a menudo usan este formato).
Lección 2️⃣: Apoyarnos en la cultura pop como estrategia de distribución
Pasemos a hablar de distribución. Gran parte del contagio de este summer vibe se debió al pop y sus fandoms, pues además de Charlie, pronto llegaron a la campaña otros guiños musicales de artistas como Kesha, Katy Perry, Megan Thee Stallion and Lance Bass. Esto, a su vez, animó a miles de perfiles a subir sus propios fan edits de tomas auténticas de Kamala con su música favorita. Así, swifties, k-popers y otros fandoms se sumaron, impulsando la distribución de este coctel digital muy muy adictivo, del que les dejo algunas mezclas entre 🎧Kamala + Taylor Swift (2) + Blackpink + Chapell Roan.
Una vez le oí decir a un amigo community manager que para subirse en una ola memética debes medir muy bien tu fuerza (como marca, como campaña política o como organización social), pues como pasa con el agua que corre, si intentas apretarla o controlarla con tus manos, pfff, se desvanece. En el caso de la campaña de Kamala, esto ha salido bien: han sabido surfear la ola 🏄🏾sin tratar de apropiársela. Y esperemos que siga así, porque todo esto debe funcionar como un movimiento de abajo hacia arriba y no viceversa.
Lección 3️⃣: Apostarle a los símbolos y la risa para desafiar estereotipos de género
Empecemos con la risa contagiosa, espontánea y (ahora) viral de la vicepresidenta: la cual después de haber sido criticada por Trump ha sido resignificada para bien por este boom en línea.
Jason Zinoman, autor y crítico estadounidense, afirma en un artículo en el New York Times que ver a la candidata reírse es un plus, pues contrasta con la pesadilla que para muchos ciudadanos representó la aparición de Biden en el último debate presidencial, en donde se le vio rígido y carente de expresión. Por el contrario, ella se muestra llena de energía.
Zinoman critica el típico argumento según el cual reírse a carcajadas si eres un personaje público te hace ver menos serio, más aún si eres una mujer. Para él, esto no tiene en cuenta que la risa no solo funciona para resaltar que algo es chistoso, sino para tejer lazos y simpatías (como los que Kamala ha construido recientemente con el público de los Gen Z). Ella misma dice orgullosa que heredó su risa de su mamá y que creció rodeada de un grupo de mujeres que se conectaban a través de la risa.
Tal como sucedió con la risa, la imagen de Harris bailando al son de múltiples remixes de música pop en miles de videos de TikTok pasó rápidamente de ser la caricatura que querían mostrar los republicanos a convertirse en un buen augurio 💃🏿. Queda claro que Harris no teme mostrar que camina desde el gozo y la alegría en este mundo, lo que a su vez ayuda a combatir el estereotipo de la feminista “amargada, bruja, come hombres y mata bebés” que les conviene difundir a los republicanos y que se ve muy bien caracterizada en este deep fake (que se suman a las piezas falsas que ha compartido Elon Musk).
Que Kamala aparezca como una mujer que sabe divertirse, ha motivado a muchas cuentas a tomar la vocería por ella y responder con humor a los los múltiples ataques misóginos y racistas que ya está enfrentando la candidata (ver este análisis de violencia de género digital de Nina Jankowicz). Por ejemplo, cuando JD Vance, el candidato a vicepresidente de Trump, lamentó hace poco que Estados Unidos estuviera gobernado por “señoras con gatos y sin hijos” como la vicepresidenta Kamala Harris –mujeres que, según él, no tenían ningún “interés directo” en el futuro del país–, internet se llenó de memes en respuesta. Solo con poner este hashtag #childlesscatlady en TikTok, verán varias mujeres “con gatos y sin hijos” compartieron su solidaridad y su voto por Kamala. Varias de ellas, incluso, insinuaron que Taylor Swift (quien puede movilizar millones de votos-swifties) es una de ellas.
[Nuevos nortes 🛤️]
Con todo esto, solo me ha quedado un tema pendiente: ¿cómo pasamos de la teoría a la práctica y nos ponemos a hacer memes?
Alejandra González, coordinadora de comunicación en Democracia en Red, afirma que lo primero es lanzarse al agua 💦, pues no queda de otra sino aprender “manos a la obra”, a través del ensayo y el error.
También nos da un spoiler: un meme puede ser cualquier cosa, menos no ser gracioso, para lo cual tiene que ser comprensible pero no simple.
La comprensión (y gran parte de la gracia) se da mediante dos puntos clave: la identificación y la comprensión del contexto que cita el meme. La identificación se logra cuando utilizamos repertorios populares que son fácilmente reconocibles por nuestra audiencia, como por ejemplo plantillas de memes clásicos, escenas de series o películas, audios, canciones, videojuegos, etc. Por otro lado, un buen meme tiene que expresar una postura frente a un hecho que la audiencia objetivo ya conoce: el meme no informa, el meme solo reacciona.
Si logramos generar identificación en nuestra audiencia a través del repertorio popular y la interpelamos con un hecho que ya conoce, lograremos que se genere una especie de complicidad meme-audiencia. Y esta sensación gratificante de complicidad es la mecha que enciende la viralidad: el meme se comparte porque, en el fondo, se busca generar más cómplices.
Además de esto, Alejandra dice que es importante asegurarnos de tener a alguien en el equipo que conozca los mundos hiper-locales de internet y que les esté haciendo seguimiento a estas lógicas de significado, de lo contrario, es posible que nuestra campaña salga lost in translation. Esta persona del equipo debería saber de “arqueología de memes”: tener, por ejemplo, un archivo de memes listo y saber cómo re-encaucharlos y adaptarlos en momentos oportunos porque, claro, la espontaneidad es otro de los ingredientes de un meme exitoso.
González nos comparte tres portales de plantillas o templates para que armemos nuestros memes o remixemos nuestros videos al minuto:
También nos recomienda consultar el portal Know Your Meme para mantenernos actualizadas en las nuevas tendencias de ese lenguaje simbólico que ha ayudado a avanzar el barco de Kamala viento en popa.
[Posdata 🇻🇪]
Mientras escribía este análisis sobre la campaña presidencial de Harris en Estados Unidos, no paraba de pensar y leer sobre lo que está sucediendo en Venezuela y la fuerza ciudadana que conmueve e inspira. Pero es muy pronto para analizar esto desde lo digital, pues hay muchas personas y variables que todavía se están movilizando en la calle.
¡Hasta la próxima!
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Diseño: CRUAÑAS EMII / Edición: Koleia Bungard
Gracias Cristina por toda esta valiosa información. Muy interesante aprender de las posibilidades que nos brindan los memes para ampliar el impacto de nuestras campañas. Saludos desde Arizona! K