Nuestro estado en Facebook es más que "complicado" 💔: Zuckerberg quiere ser un techbro
¿Cómo rediseñamos nuestros espacios digitales cuando el poder se concentra en tan pocas manos?

👋🏾 ¡Hola!
Les doy la bienvenida a La Lupa Digital: Justicia de Género. Soy Cristina Vélez Vieira e investigo ecosistemas digitales y su impacto en la movilización social 📶.
Antes de correr a actualizar nuestro "estado de relación" con Facebook y nuestras cuentas en Meta, tras la reciente avalancha de anuncios y giros inesperados de su CEO (que parece no detenerse), quiero que en este boletín analicemos las placas tectónicas que están implicadas en este sacudón 🧐. Esta información es clave para entender dónde nos paramos.
Prometo volver el próximo jueves con un análisis aterrizado sobre las réplicas de estas decisiones en América Latina (el epicentro del terremoto está, por ahora, en Estados Unidos) y en nuestro día a día como organizaciones que trabajan por la justicia de género. Pero hoy no será ese día.
¿Por qué? Porque, con la potencial entrada en vigencia de la prohibición de TikTok en Estados Unidos y el regreso de Trump al poder, todo se está moviendo tan rápido que es mejor hacer un ejercicio de paciencia y respiración profunda antes de tomar decisiones reactivas sobre nuestra tácticas en el mundo digital. Primero, es clave entender el tablero de juego. ¿Qué nos dicen las decisiones más recientes de Meta sobre la consolidación del poder en Silicon Valley? ¿Y cuáles serán sus impactos a largo plazo en la movilización social digital?
Sobre este cambio estructural ya nos advierte el saliente presidente Joe Biden en su discurso de cierre, tras 50 años de servicio público. Biden llamó la atención sobre el surgimiento de un "complejo tecno-industrial" y una "oligarquía" de los más ricos 💰. En este boletín les cuento qué rol juega aquí Zuckerberg.
[El estado de la tormenta ⚡]
Empecemos por resumir las últimas decisiones de Mark Zuckerberg, con posibilidades de expansión fuera de Estados Unidos:
El desmantelamiento del programa de verificadores profesionales y su reemplazo por "notas comunitarias" (similar al sistema de X), donde serán los propios usuarios quienes evalúen la existencia o no de desinformación.
Un giro radical en la moderación de contenidos: Meta limitará la detección proactiva (sea automatizada o no) solo al contenido más severo o ilegal. Esto traslada la carga de la denuncia a los usuarios, especialmente a aquellos grupos que son más vulnerables al contenido problemático, como por ejemplo, quienes son víctimas de fraudes en línea📱.
Una definición mucho más estrecha sobre lo que constituye contenido de odio. Se han reducido significativamente las protecciones para mujeres, personas de género diverso y migrantes 🚫.
El desmantelamiento completo de sus iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
La renovación de su equipo directivo con figuras abiertamente cercanas al trumpismo 👥.
De esta lista hay solo una medida que podría traer algunos beneficios (depende de cómo ser implementada) en nuestro trabajo, lo que abre una oportunidad:
La reintroducción de contenido político y cívico en los sistemas de recomendación de Facebook, Instagram y Threads, revirtiendo las restricciones anteriores sobre este tipo de contenido.
[¿Cómo llegamos hasta aquí?]
Para saberlo debemos considerar tres hipótesis (no excluyentes entre sí):
Primera hipótesis: El giro MAGA 🎯
El titular dominante ha sido "Zuckerberg se alinea con MAGA" buscando "congraciarse con el gobierno entrante para evitar represalias". Por MAGA nos referimos a "Make America Great Again", el eslogan de la campaña del gobierno que se posesiona el próximo lunes 20 de enero.
Segunda hipótesis: Una oportunidad de oro para cortar con las “ataduras”
Hay una segunda lectura complementaria: el triunfo de Trump le sirvió al CEO de Meta para un "borrón y cuenta nueva" bastante conveniente. La elección de Trump (y el precedente de Musk) le abrió una oportunidad que llevaba esperando años: reducir drásticamente los sistemas de seguridad y confianza en sus plataformas.
¿Por qué le convenía este cambio?
Este giro le permite liberarse de un conjunto cada vez más complejo de reglas sobre lo permitido en sus plataformas. También evita problemas de relaciones públicas, reduce su exposición ante el Congreso y la junta independiente (Oversight Board), y esquiva las críticas por las imperfecciones en los filtros automáticos. Al mismo tiempo, se desentiende del agotamiento y las malas condiciones de trabajo de sus moderadores de contenido, y evita lidiar con grupos de empleados que se estaban sindicalizando (o, en palabras de Marc Andreessen, otro millonarios de Silicon Valley, trabajadores que se estaban "revolucionando" 🤦♀️y parando la innovación.
En este contexto, el concepto utilitarista de "libertad de expresión" de la derecha estadounidense llegó como la ola perfecta que Zuckerberg está surfeando para escapar de inversiones en seguridad que son su responsabilidad. Como señala Mat Honan, editor en jefe de MIT Review, hay "un alto nivel de cinismo": Zuckerberg ahora presenta la historia de verificación de datos y moderación de contenidos de Facebook como algo "a lo que fue presionado" por el gobierno (de Biden), la sociedad civil y los medios 📉.
Como último recurso, Zuckerberg responsabilizó a su antigua coequipera, Sheryl Sandberg, por la "cultura" y los "programas de inclusividad" que ahora critica. Como señala Daphne Keller de Stanford Cyber, las mujeres que sostuvieron el andamiaje millonario de este CEO ahora terminan como culpables.
Como nos recuerda Jon Favreau en su podcast Offline, Zuckerberg siempre se ha escondido tras la imagen de pobre nerd superado por su destino, cuando sus ex colaboradores como Samidh Chakrabarti señalan que había mucho por seguir construyendo sobre lo construido en los sistemas existentes de seguridad y confianza antes de optar por el "corte total" 💻. Esto también lo señala Catalina Botero, Relatora Especial de Libertad de Expresión de la CIDH y hasta el año pasado miembro del Oversight Board, en esta entrevista.
Tercera hipótesis: Más allá de las redes sociales 🎯
Hay una lectura más profunda que debemos considerar: lo que sucede podría ir más allá de Meta o de las discusiones sobre moderación de contenido. Podríamos estar frente a un juego de poder más amplio, donde Zuckerberg busca ajustar su posición en la mesa de los grandes millonarios de Silicon Valley, un club que ya controla no solo las redes sociales, sino el internet de las cosas, la IA, los satélites, ... y la lista sigue creciendo (ver más sobre esta interpretación en este post de un ex-miembro del equipo de ingenieros de Meta) Mientras expanden las fronteras tecnológicas, aumentan su influencia, su riqueza y excesos de testosterona. (como nos cuenta este artículo de Wired).
Las jugadas de Elon Musk y otros miembros del club cada vez exigen a Zuckerberg mostrarse más combativo. Para algunos analistas, incluso su cambio de imagen responde a esto. Miguel Jiménez en este artículo en El País nos cuenta una historia significativa: Peter Thiel, mentor de Zuckerberg y empleador del vicepresidente electo J.D. Vance, le aconsejó en 2020 que dejara de aparecer como "una construcción de la generación anterior sobre cómo debe comportarse un milenial bien educado" 👔. También analiza que desde la última foto con traje en Instagram en 2020, Zuckerberg ha llenado sus redes de imágenes practicando artes marciales y combate. Hace dos días, en el podcast de Joe Rogan, declaró que el mundo corporativo estadounidense necesita más “energía masculina” y habló de una cultura “que celebre la agresividad" 🥋, cuando como nos lo recuerda Emily Peck en Axios, hace unos años Meta era “la vanguardia” del feminismo corporativo.
Esta transformación parece ser una estrategia para fortalecer su posición en el clan y conseguir aliados poderosos contra reguladores y jueces de economías importantes como Brasil, India y la Unión Europea 🌍, según analiza Felix Kartte de la Fundación Mercator.
Trump se convierte así en una pieza clave para Meta, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Como el mismo Zuckerberg declaró: "Vamos a trabajar con el presidente Trump para contrarrestar a los gobiernos de todo el mundo. Están atacando a las empresas estadounidenses y presionando para censurar más".
Esta situación nos recuerda que, más allá de los detalles técnicos de los cambios en Meta, la verdadera batalla es por el control del futuro de internet y las múltiples tecnologías vinculadas a lo digital. No se trata solo de moderación de contenidos o verificación de datos, sino de un puñado de multimillonarios consolidando su poder sin límites ni rendición de cuentas 💭.
[Nuevos nortes 🛤️]
Frente a estos cambios, necesitamos enfocarnos en recuperar y crear espacios e infraestructuras en línea donde las comunidades, no los titanes tecnológicos ni sus experimentos de IA, sean quienes decidan las reglas de coexistencia y convivencia digital. Y sí, esto incluye pensar en alternativas para que Elon Musk no sea el principal proveedor de internet de varios grupos indígenas en el Amazonas 🌳.
Como señala Nick Couldry en su nuevo libro ¿Puede la Solidaridad Humana Sobrevivir a las Redes Sociales?: "En décadas recientes, por primera vez en la historia, los seres humanos comenzaron a diseñar, aunque sea de manera improvisada, algo que nunca antes pudo ser diseñado (...) Es el espacio, potencialmente, de todos los espacios posibles donde la gente vive e interactúa, y cómo la información y la comunicación circulan entre esos espacios" 📱. Y continúa con una advertencia crucial: ningún rey, emperador o dictador tuvo jamás este poder, pero poco a poco hemos cedido estas decisiones de diseño a un puñado de empresas ("plataformas comercialmente gestionadas, portales, aplicaciones y motores de búsqueda") y a los multimillonarios que las controlan.
Couldry nos sugiere una apuesta por la gobernanza comunitaria de estos espacios. Para lograrlo, tenemos tres caminos posibles, complementarios y que podemos tomar y mezclar de acuerdo a la teoría de cambio de cada organización en la que trabajamos:
1️⃣ Resistencia desde dentro: Seguir en las plataformas existentes, inyectando valores comunitarios y generando fricción constructiva (compartiré estrategias específicas en el próximo boletín).
2️⃣ Migración consciente: Movernos hacia redes federadas como Mastodon y Bluesky, o crear pequeñas comunidades digitales alrededor de espacios que ya tienen capital de confianza, como centros comunitarios o vecindarios. 🌱.
3️⃣ Construcción colectiva: Esta semana, New_Public y otras organizaciones lanzaron una propuesta ambiciosa: crear una infraestructura digital verdaderamente pública. El plan, llamado #FreeOurFeeds, tiene tres componentes clave. Primero, establecer una fundación sin ánimo de lucro (similar a Wikimedia) que gobierne y proteja el protocolo AT de Bluesky, independiente de intereses comerciales. Segundo, construir servidores redundantes para que los usuarios puedan llevarse sus datos o crear lo que quieran. Y tercero, impulsar todo un ecosistema de desarrollo con capital semilla y experiencia técnica. La moderación seguiría el principio de "subsidiariedad": algunos temas (como terrorismo) se manejarían globalmente, pero muchas decisiones sobre el discurso pueden resolverse a nivel comunitario o incluso usuario por usuario.
En esta misma línea, el multimillonario Frank McCourt propuso una "oferta del pueblo" para comprar TikTok, pero con un giro interesante: reemplazar su algoritmo adictivo y dar a los usuarios mayor control sobre sus datos. Aunque algunos ven esto como un movimiento publicitario, ambas iniciativas apuntan a un mismo norte: la necesidad de devolver el poder a las comunidades 🌱.
Muy en esta onda y para cerrar, me inspira profundamente lo que dice Ruha Benjamin en "Imagination: A Manifesto" y en este podcast: "Aunque hay fuerzas poderosas que buscan hacer que la misma concepción de una sociedad parezca una imposibilidad, no podemos desistir”. Y hace énfasis en que somos responsables unos de otros, que no somos individuos flotantes donde lo único que prima es el interés propio, de que debemos cuidarnos mutuamente, y de que ese cuidado debe estar integrado en nuestras infraestructuras offline y online" 💫.
El camino que tenemos por delante exige atención constante y cambios conscientes. Las invito a continuar este análisis el próximo jueves, cuando aterrizaremos todas estas reflexiones en propuestas prácticas para nuestro trabajo en América Latina 📅.
¡Nos leemos pronto!
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Diseño: CRUAÑAS EMII/ Edición: Koleia Bungard.
Hola a todas, acabo de ver que me faltó el enlace a el hilo de BlueSky de Samidh Chakrabarti que está muy bueno, https://bsky.app/profile/samidh.bsky.social/post/3lfftl5bn6k2q