Alucinemos la democracia
¿Cómo sería la vida si existiera una democracia enfocada en el cuidado, con más inspiración femenina y más colectiva? Ideas desde los estudios de internet.
¡Hola!
Les doy la bienvenida de nuevo a La Lupa Digital: Justicia de Género, un boletín del Inspiratorio. Soy Cristina Vélez Vieira, e investigo ecosistemas digitales y movilización social.
Claudia Sheinbaum dijo este domingo 2 de junio en su discurso de aceptación como la primera presidenta de México: “No llego sola, llegamos todas, con nuestras abuelas, con nuestras madres, con nuestras hijas y con nuestras nietas”.
Escuchar estas palabras da esperanza. Aunque la llegada de más mujeres a posiciones de poder y decisión no garantiza automáticamente un buen gobierno (como ya discutimos en el boletín de febrero), sí abre un nuevo abanico de posibilidades. Esto permite que entre aire fresco en un mundo que enfrenta “una crisis de conformidad”, según lo ha descrito Halla Tómasdóttir, empresaria y también elegida el pasado 2 de junio como nueva presidenta de Islandia.
Tómasdóttir ganó estas elecciones con un innovador modelo de responsabilidad climática en el que ha estado trabajando desde 2018 como CEO de la organización global The B Team. Su objetivo es sacudir el tablero y romper el ciclo de “seguir haciendo negocios como si nada estuviera pasando”. Apuesta por construir una nueva brújula de principios para una economía medioambientalmente sostenible, basada en la confianza, la democracia y la equidad. ¿Cómo se imaginan este futuro?
[El estado de la tormenta]
Los números en las encuestas son claros: el sentimiento pro-autoritario en América Latina está creciendo 📈 y quienes empujan esta tendencia son principalmente figuras masculinas. Comprobamos esto nuevamente durante un ciclo de talleres organizado por Puentes, Iris y el Instituto Toriba de Brasil, que incluyó análisis de indicadores de opinión pública y escucha en varias redes sociales. Con uno de los ejercicios queríamos entender qué prioriza TikTok cuando diferentes activistas, en modo incógnito, buscan la palabra democracia 🧐. La idea era salir de "nuestras burbujas" y saber a qué contenidos con más probabilidad están expuestas más personas latinoamericanas en esta red (aquí les comparto la invitación para las siguientes sesiones del ciclo 👌🏽).
Para esto hicimos un ranking de los seis videos que aparecían de primeros en los muros de varias personas, en español y portugués. Analizamos 160 voces recurrentes y notamos lo siguiente: una evidente cantidad de hombres, bastante pelea, énfasis en la democracia electoral, alto número de influencers jóvenes libertarios y numerosas listas de necesidades insatisfechas.
También notamos que sobresalen los encontrones entre egos de viejos, nuevos políticos y las nuevas figuras presidenciales autoritarias en la región (también hombres) diciendo que su "modelo exitoso y eficiente de gobierno" sí es la verdadera democracia (aquí ejemplos 1 y 2). Claro que también hay públicos femeninos que caen en el embrujo autoritario, como líderes y como votantes (así como ya lo discutimos en el boletín de febrero), pero este ejercicio mostró que actualmente otros se están llevando el protagonismo en TikTok Latam. Es una crisis democrática con mucha testosterona.
Por eso, mientras hacía clic en estos videos, algunos con decenas de miles de vistas y con cientos de comentarios (lo que ya no se ve en X donde casi nadie comenta), una pregunta sonaba obsesivamente en mi cabeza: ¿cómo sería la vida si existiera una democracia enfocada en el cuidado, con más role models femeninos y más colectiva?
Hay nuevas inspiraciones latinoamericanas para responder esta pregunta ✨. La primera viene de Brasil, en donde durante 132 años de existencia de una Corte Suprema, nunca ha habido ni una sola magistrada negra. Como respuesta a esto, surgió la campaña Juízas Negras para Ontem, que llevó a que 24 artistas se tomaran 14 ciudades del país con murales de una Corte Suprema con representación de mujeres negras (aquí les dejo una galería con imágenes muy poderosas).
También emociona el ensayo de Lucía Martelotta (Argentina 🇦🇷) y Mariana Rulli (Colombia 🇨🇴) “Feminismos y Democracia en América Latina”, en el que estas dos investigadoras recogen una a una todas las innovaciones que desde la praxis política han aportado las organizaciones de justicia de género en las últimas cuatro décadas en países concretos de la región. Además, miden con indicadores cómo estos aportes se han traducido en ampliaciones concretas de derechos: más autonomía económica, física y de decisiones, así como autocuidado y participación para amplios sectores de la población 👏.
¿Y si a todo este potencial de re-imaginación le sumamos una capa de bits, redes neuronales, código y comunidades de sentido en internet para ver qué más se nos ocurre? También sumo aquí algunos dilemas y herramientas para navegarlos.
[Nuevos nortes]
Hélène Landemore, profesora de teoría democrática de la Universidad de Yale, dice que en lo digital hay muchas oportunidades que no estamos viendo. En su ensayo "Open Democracy and Digital Technologies", entre otras cosas, nos presenta a Angeliki Papadopoulosi, un personaje ficticio que habita entre nosotros en el año 2036 🧐.
📖 Angeliki nació y creció en Grecia, hija de una familia con una situación económica difícil, cuyos ahorros se esfumaron con la crisis del 2008. Tras estudiar filosofía, decidió quedarse en su país en lugar de emigrar en busca de oportunidades como muchos de sus amigos. Siendo gerente de un bed-and-breakfast, Angeliki fue elegida, a través de una plataforma digital de selección aleatoria, para hacer parte de la Casa del Pueblo Europeo. Junto con otros 499 ciudadanos seleccionados de la misma forma, ella se encarga de establecer la agenda del Parlamento Europeo durante los próximos cuatro años.
Este escenario futurista no está lejos de lo que ya hace el ministre Digital de Taiwán, Audrey Tang (quien se identifica como una persona no binaria), a través de "tecnologías de encuestas deliberativas". Como él mencionó en el podcast "Preparando la democracia para el futuro en la era de la IA" 🎧, el gobierno taiwanés creó Polis, una plataforma digital que les permite a los ciudadanos encontrarse con personas que piensan diferente, en conversaciones virtuales moderadas por otras personas que resaltan el consenso y no la diferencia, como vimos arriba que está pasando en TikTok. ¿Pero dónde más se pueden encontrar estas comunidades de sentido?
En el ciclo de Puentes, Iris y el Instituto Toriba, quienes participamos fuimos a los grupos de WhatsApp de los que ya hacemos parte (grupos vecinos, familiares, sobre intereses o hobbies) y preguntamos: 1️⃣ ¿En qué espacios de internet sientes que realmente perteneces y que te proporcionan apoyo?, y 2️⃣ ¿Dónde sientes que puedes ayudar y ser ayudado? De esta manera encontramos varios ejemplos:
📌Hay muchas personas que buscan grupos en Facebook donde se pueden compartir y acceder a licencias, paywalls o claves de productos de BigTech que cuestan dinero. Por ejemplo, hay un gran auge de fan pages que buscan acceder a los capítulos completos de Yo soy Betty, la Fea 📺 y discutir en comunidad los personajes.
📌Hay varios espacios de conversación digital donde las personas se acompañan para sobrellevar etapas de la vida o aprender a cuidar desde hijos y padres hasta plantas y mascotas 💬. Aquí una respuesta:
"Yo, por ejemplo, sigo a una mujer que es especialista en adolescentes y allí me siento parte de un grupo de madres que sienten y pasan por lo mismo. Los comentarios son valiosos. Hoy empecé a seguir un perfil de ‘canas’, jajaja. Preparándome para lo que está por venir".
📌Hay quienes participan en foros sobre temas de salud mental con muchos comentarios y solicitudes de ayuda en tiempo real.
📌 Son numerosos los grupos relacionados con eventos presenciales, como el Carnaval de Río de Janeiro 🇧🇷, conciertos o festivales de documentales.
📌 Hay varias comunidades que ayudan a acceder a subsidios, a navegar trámites estatales o a enterarse de temas urgentes del vecindario.
Con relación a todo esto, la experta en políticas de internet Casey Fiesler, en su último artículo publicado en The Conversation, nos advierte que debemos proteger estos espacios de la llegada de intrusos. Nos da varios ejemplos de cómo modelos de IA de META están empezando a entrar a comentar y disrumpir en comunidades de Facebook, un espacio en el que justamente las personas buscan conectarse con otros seres humanos 🫂, no con bots.
[Herramientas de navegación]
Estos y otros casos abren un par de preguntas: ¿podríamos trazar una línea que especifique hasta dónde llegar en el uso de IA y otras formas de comunicación digital? Si lo que buscamos es construir comunidad y deliberación, ¿dónde tenemos que tener cuidado de no reemplazar lo humano?
Estas dudas se las expresé a Sandra Xoquic Cuc, quien trabaja construyendo puentes y tejido social entre vecinos de las zonas 3, 5 y 7 de la Ciudad de Guatemala 🇬🇹. Ella coordina el proyecto “Avenida Comunidad” del Instituto 25a, además, trae consigo el legado de construcción colectiva que vivió desde niña a través de asambleas, cabildos, conexión con el territorio y educación popular en su comunidad maya Kaqchikel en Sololá, experiencias que ahora busca integrar en contextos urbanos como salvavidas a la fragmentación.
Desde su visión, Sandra hizo una lista de líneas rojas donde cree que no deberíamos dejar llegar los unos y los ceros (1,0,1,0). Ella prefiere valerse del arte, las caminatas en espacios públicos y las deliberaciones barriales cómo mecanismo de tejido.
Para empezar, Sandra cree que es clave darle una “territorialidad” a las conversaciones: lograr un piso físico común entre asistentes, una raíz. Pero esto es difícil lograrlo en redes sociales:
“En estos días conversé con una compañera lideresa y hablamos de cómo la pandemia afectó mucho a la organización comunitaria porque nos acomodamos frente al escritorio, frente a la computadora, para estar en Zoom. Después nos ha costado salir de ahí, activarnos para ir y hacer presencia física en reuniones, viajar, estar en el territorio”.
Desde su punto de vista, también hay una pregunta por la emocionalidad, por cómo hacer para “liberar el sentir” y conectar con otros desde maneras no racionales. ¿Puede lograrse esto si no estamos siendo conscientes de lo que sucede en el espacio físico? 🤔
Por ejemplo, en mi comunidad en Sololá al inicio de las siembras hay un diálogo familiar y comunitario inmerso en el respeto a la esencia de la semillas y de la madre tierra antes de comenzar a plantar las semillas. Ahí se hace un vínculo alrededor de ellas. Después de eso se habla de cuántas y qué tipos de semillas hay y se dividen los roles familiares y las estrategías de cómo se pretenden plantar. (...) Por eso, en el caso de contextos urbanos es clave vincular a personas con los recuerdos de lo que construyeron juntos, caminar por las esquinas, casona por casona y conversar sobre por qué migraron (...), cómo es que ellas y ellos pudieron crear estos barrios en la ciudad, cuál cómo fue el objetivo, cómo los fueron nutriendo hasta que fueron una colonia”.
Sandra cuenta cómo se dan los cabildos en su comunidad, para dar un ejemplo de cómo para construir tejido se necesitan muchas conversaciones a fuego lento y escucha 🐌, lo que compite con los estímulos del clic y el flujo infinito de imágenes y videos que pasan frente a nuestros ojos en internet.
“Los cabildos son espacios donde llegamos y no sabemos cuánto nos vamos a tardar en llegar a un acuerdo o conclusión. Pueden durar todo el día y todos debemos estar ahí presentes hasta el final (...), pues hay un tema de dignidad el de poder permanecer en estos espacios, y del cuido (cuidado)”.
Sandra también menciona que son importantes la palabra consignada y no anonimizada, y el vínculo con la naturaleza, lo que se perdería si gran parte de la democracia se traslada solo a espacios en línea.
“Los cabildos o a las asambleas existen en el contexto de estas organizaciones que se han dedicado al cuidado del territorio físico en sí, de los ríos, de los senderos, de las cosechas, no de una plataforma” –por lo que al principio de estas conversaciones se hace una ceremonia centrada en el concepto de “honrar la Madre Tierra”–. Aunque tuviéramos toda esa inteligencia artificial, no podríamos suplantar a las abuelas, los abuelos, quienes, desde las prácticas que han aprendido, restauran”.
Ella cuenta que en los cabildos abiertos, cuando uno habla, lo hace como representante de una familia: ya las personas saben del servicio previo que esa persona ha hecho por el colectivo y cuántas veces la “comunidad ya ha acuerpado a esa persona o la ha acompañado en situaciones difíciles de su vida en el pasado”. En este sentido, un individuo no es una voz sin historia o legado, como pasa con muchas cuentas de X. Allí cada persona es un cuerpo que está vinculado con una estela de acciones y presencias en ese territorio.
“En estos espacios digitales solo te vuelves palabras (...), así es difícil ver si eso que estás diciendo sí va acorde a lo que practicas (...), si hay coherencia”.
Esta respuesta de Sandra justifica, pues, mi decisión de “humanizar” la portada de este boletín: en vez de pedirle una imagen a ChatGPT, me aventuré a hablar con mi mamá, Sonia Vieira, y a animarla a aprovechar su nuevo talento por el dibujo. Los micelios de la portada fueron el resultado.
Desde las organizaciones de justicia de género, la pregunta que nos queda entonces es: ¿cómo combinamos mejor micelios humanos y digitales para pensar en una democracia "más amorosa"? Una que acompañe en la soledad como dice Bell Hooks en su libro 📕 All about Love: New Visions (un clásico del feminismo de 1999). Es, además, un concepto que esta semana revive Stanford Social Innovation Review en el artículo "Love Is the Key to Democracy", escrito en respuesta a los altos niveles de polarización, temor y falta de afecto que rodean la elección presidencial que tendrá lugar en noviembre en Estados Unidos 🇺🇲.
Para construir este futuro, además de cables y bits, creo que también es vital conectar con el cuerpo y el gozo, y ahí les adelanto el tema de mi próximo boletín. Por último, una gran recomendación para cerrar: Todavía hay un mañana (C'è Ancora Domani), una película que hila todas las secciones de este boletín y que me movió mucho dirigida por la actriz, escritora y cantante italiana Paola Cortellesi 🍿.
Si quieren compartir sus dudas o ideas sobre este boletín, pueden dejarlas en el área de comentarios de esta publicación.
¿Conocens a alguien que podría interesarle este boletín? Compártanle este enlace para que se suscriba.
Diseño: CRUAÑAS EMII / Edición: Koleia Bungard
Buenísimo boletín Cristina. Gracias por tan valiosa información 🤗