Sí nos afecta. Instagram deja de recomendar activamente contenido político
El detrás de cámaras, detalles e impacto de la reciente decisión de META para quienes trabajamos por la equidad de género. Dónde podemos escampar ☔ mientras pensamos en nuevos nortes.
¡Hola!
Les doy la bienvenida a La Lupa Digital: Justicia de Género, un boletín del Inspiratorio. Soy Cristina Vélez Vieira, una politóloga colombiana que desde hace varios años se dedica a investigar ecosistemas digitales y su impacto en la movilización social 📶.
La noticia: Desde mediados de marzo, META ha dejado de recomendar activamente contenido político en Instagram y Threads, extendiendo una política que ya venía aplicándose de manera gradual en Facebook desde 2021. Para evitar este filtro, las personas tienen que ingresar y cambiar manualmente la configuración de la cuenta, algo que muy pocos usuarios saben, pues META no les ha notificado 😕. Aquí se explica cómo hacerlo, sin embargo, especialmente en España hay usuarios que reportan que aún no tienen activa la opción para limitar o no el contenido político de cuentas que no siguen.
¿Esto cómo nos afecta?: Según un blog post oficial del 9 de febrero de 2024, el algoritmo de META limitará el alcance de todas las publicaciones “potencialmente relacionadas con elementos como leyes, elecciones o temas sociales”. Esto implica que una parte significativa del contenido de incidencia por la equidad de género que producimos y las cuentas de nuestras organizaciones podrían verse afectadas por este filtro. Esta medida aplica a las sugerencias de la sección Explorar, los reels, las recomendaciones del feed y los usuarios sugeridos.
Dos cosas no cambiarán: 1️⃣Los usuarios aún verán contenido de las cuentas que siguen, incluso si estas cuentas reciben la etiqueta de “políticas”. 2️⃣Nuestros seguidores aún pueden compartir nuestro contenido y sus seguidores lo verán.
El impacto: Esto ocurre en un año electoral clave para la defensa de la democracia. Además, se suma a otras decisiones recientes de la compañía de Mark Zuckerberg que afectan la visibilidad, la sostenibilidad y las herramientas de investigación del periodismo en sus plataformas, en momentos en que la ciudadanía necesita estar muy bien informada para votar. Como bien lo resume la reacción de una usuaria en sus redes sociales cuando se enteró de la noticia:
“Ah, con razón. Soy nueva en Instagram y sí me estaba preguntando por qué solo veía jugos y recetas saludables, perritos y michis, en mi feed. Me sentía en el mundo de la Barbie”. *frase adaptada para más claridad.
[⚡ El estado de la tormenta]
Los algoritmos de recomendación de contenido solían impulsar el crecimiento orgánico de ‘vistas’ y nos permitían expandir nuestro alcance en las plataformas de META. Por eso, grupos enfocados en derechos reproductivos, organizaciones de líderes LGBTQ y medios feministas en toda Latinoamérica ya han expresado su preocupación por esta nueva medida. Por ejemplo Jacarandas, Causa Justa (Colombia) y Malvestida (México) han lanzado campañas para indicarle a los usuarios cómo cambiar su configuración para evitar este filtro.
Antes, al publicar contenidos llamativos e interesantes u organizar campañas con hashtags específicos, lográbamos que nos descubrieran usuarios que no nos seguían. Nuestra visibilidad aumentaba y sumábamos nuevos seguidores. Ahora que META categoriza lo “político y social”, ya no contaremos con este impulso extra.
¿Cuáles son los indicadores y el “umbral interno” que está utilizando META para poner en marcha esta clasificación? Lo grave es que no ha respondido esto con claridad y tampoco existe documentación pública al respecto. Dicho de otro modo, si META considera que nuestras publicaciones traspasan ese umbral, nuestras cuentas y contenidos no serán elegibles para recomendaciones. Esto significa que cuando queramos “salir de la burbuja” y llegar a audiencias que no nos conocen o a quienes no tienen los mismos intereses que nosotras, tendremos que pensar proactivamente en un nuevo repertorio de estrategias (más abajo comparto algunas ideas).
¿META les notificará a las cuentas cuando superen ese umbral? Por ahora no. Solo ha dicho que si nuestro perfil en Instagram fue creado como “cuenta profesional”: “puedes utilizar el Estado de la Cuenta para verificar tu elegibilidad para ser recomendada (o no por el algoritmo), basándose en si publicaron contenido político recientemente”. Aquí hay un paso a paso para hacer esta verificación.
Según informan, desde el Estado de la Cuenta, se pueden editar o eliminar publicaciones recientes, solicitar una revisión si no se está de acuerdo con su decisión, o dejar de publicar este tipo de contenido por un período de tiempo, con el fin de ser elegibles para ser recomendadas nuevamente. Si ya hemos caído en esta categoría y no estamos de acuerdo, no hay un proceso claro de apelación o revisión 🙄.
Básicamente lo que está sugiriendo META es que optemos por la autocensura para no ser castigados por el algoritmo 😵💫. Esto no solo tiene un impacto sobre nuestras cuentas institucionales, sino que, como lo señala la organización Sentiido, enfocada en la diversidad sexual y de género en Colombia, puede ir en contra del derecho a la información e incluso de expresión de muchas voces vulnerables.
Esto quedó claro, por ejemplo, en una reciente entrevista que el Washington Post le hizo a Ashton Pittman, un activista de la organización Mississippi Free Press, en la que él se pregunta: "Si publico sobre derechos LGBTQ, o sobre ser un hombre gay, ¿eso es político?". Ena Da, una creadora de contenido de Brooklyn, también afirmó en este artículo que estaba preocupada porque “la completa existencia de algunas personas puede ser considerada política y ser filtrada (...), por ejemplo la mía como mujer negra”.
El mensaje que nos da Instagram con su última decisión es que, en su plataforma, lo personal ha dejado de ser político, algo profundamente contrario a los preceptos del feminismo. Una de nuestras principales luchas tiene que ver con que lo doméstico (lo que pasa de puertas para adentro, incluso la violencia de género) es político. ¿De dónde viene este viraje drástico y, sobre todo, ahora qué hacemos?
[🛤️ El detrás de cámaras y nuevos nortes]
La decisión del 9 de febrero hace parte de un continuum. Desde 2021, META viene cambiando sus algoritmos de Facebook e Instagram con un norte específico. Según el medio especializado Axios, ahora buscan “promover videos de entretenimiento virales en lugar de contenido de noticias y contenido polarizante o considerado como divisivo”.
Recientemente Facebook anunció que eliminará su pestaña de Noticias y dejará de pagar a los editores por las noticias en EE. UU. y Australia. También descontinuará el acceso a una herramienta clave de análisis de métricas digitales que usaban fact-checkers, organizaciones de sociedad civil y académicos para investigar desinformación o riesgos sistémicos de los productos de META frente a poblaciones vulnerables. El cierre de CrowdTangle, a partir del 14 de agosto de 2024, es un golpe bajo y fuerte, justo cuando tendrá lugar una importante temporada de elecciones.
Aunque la narrativa pública de META sugiere que estos cambios intentan hacer de sus redes una "experiencia agradable para todos" y resalta que se están tomando en cuenta las opiniones de muchos usuarios que desean ver menos contenido divisivo en su feed, es evidente que estos esfuerzos son una respuesta a las presiones que META ha enfrentado sobre el papel que sus aplicaciones juegan en el flujo de desinformación, junto con el riesgo que esto representa para la democracia, especialmente después del escándalo de Cambridge Analytica en 2018.
Como mencioné en un boletín anterior, la irrupción en el mercado de aplicaciones de video centradas en el entretenimiento como TikTok, le mostró a META una alternativa viable para monetizar sin depender exclusivamente de las interacciones y tendencias basadas en conversaciones políticas.
Ya teniendo un plan B, y para no poner en riesgo su estabilidad, META ha "despolitizado" sus plataformas en un año electoral crucial, con mucho en juego para 74 países y especialmente para EE. UU. con la candidatura de Donald Trump. Con esto, Zuckerberg está traicionando el lema con el que nos invitó a los movimientos sociales a dar vida a las redes sociales hace diez años: hacer de éstas nuestras nuevas plazas públicas digitales (ver análisis de Casey Newton sobre este punto). Hace menos de cuatro años, en un discurso en la Universidad de Georgetown, Zuckerberg, CEO de Facebook, dijo: "Me he enfocado en construir servicios para hacer dos cosas: dar voz a la gente y unir a la gente. Estas dos simples ideas —voz e inclusión— van de la mano”.
Pero la tendencia cambió. Las llamadas “redes sociales” de META son cada vez menos sociales. Otro ejemplo es la decisión de esta compañía de introducir un muro de “para ti” igual al de TikTok en Instagram y Facebook, lo que le quita prioridad al contenido que viene de conexiones personales. Mueve a los usuarios a elegir lo que captura su atención inmediata sobre lo que viene de su comunidad o vecindario digital, que era el paradigma anterior.
Quedan dos preguntas sobre la mesa: ¿bajo estas nuevas políticas podríamos volver a impulsar un escenario de protesta colectiva como el #MeToo o #BlackLifeMatters en los productos de META? ¿Cuál es nuestro plan si un espacio de conversación como Facebook –descrito en algún momento en inspiración de John Stuart Mill como el gran mercado de las ideas– empieza a convertirse lentamente en un mercado solo de productos o de ficciones complacientes como Un mundo feliz, de Aldous Huxley?
[⚒️Herramientas para navegar]
Todo esto nos debe llevar a pensar en soluciones sistémicas frente al fenómeno de la plataformización o la dominación de la vida pública por parte de estas compañías de redes sociales. (Para una aproximación desde Latinoamérica a esta tendencia recomiendo leer a de Faria Júnior y da Silveira).
En febrero de 2023, cuando relancé este boletín para dar seguimiento a la era inaugurada por Elon Musk —de decisiones arbitrarias en las plataformas con impacto en la movilización social—, sabía que las olas empezarían a crecer. El impacto de esta es evidente, así que como organizaciones que trabajamos por la equidad de género, es necesario sentarnos a entenderla y prepararnos para saber cómo navegarla.
Si les suena, podemos reunirnos en una sesión virtual en abril y juntar preguntas y posibles estrategias. META todavía no ha detallado varios aspectos prácticos de la decisión (además todavía está entrenando el algoritmo con las nuevas especificaciones), pero seguro lo hará en los próximos días y yo estaré pendiente. 🔜🔜🔜🔜Pueden dejarme su nombre y sus preguntas en este formulario y les mando invitación a este encuentro.
Mientras re-calibramos la brújula, sumo algunas ideas para “escampar”: 👇🏽
✅ Expliquémosle a las audiencias cómo desactivar el filtro que, por defecto, Instagram y Threads le pusieron al contenido político. Además podemos contarles que, de ahora en adelante, deben ser más proactivas en buscar y seguir las cuentas de temas que les interesan para garantizar que pueden ver sus contenidos. Esta es una estrategia que están implementando varias organizaciones de justicia de género. Es clave pedirles a las audiencias que compartan el paso a paso con sus seguidores porque esto puede disminuir el número de personas para las que ahora somos invisibles.
✅ Usemos otros encuadres. La plataforma Familias Ahora de Puentes es un buen ejemplo de cómo llegar con contenidos útiles a una audiencia amplia, en este caso, interesada en temas de crianza, relaciones de pareja y construcción de bienestar en familia, pero al mismo tiempo ampliarles su perspectiva desde un enfoque de derechos. Todo sin usar el lenguaje clásico de incidencia que clasifique nuestro contenido como político en Meta.
✅ Probemos nuevos formatos. Empecemos a utilizar el arte, el storytelling y otras formas simbólicas de transmitir nuestros mensajes en redes sociales para no tener que usar siempre palabras que el algoritmo pueda etiquetar como contenido político.
✅ Pongámonos en la tarea de levantar una línea base del engagement que generaban nuestras publicaciones antes y en las semanas siguientes a la entrada en vigencia del filtro de Instagram 📈. Así podremos empezar a entender mejor los criterios de invisibilización que están aplicándose y cómo nos afectan. Con esta información clara sabremos cómo alzar nuestra voz en momentos clave como protestas y campañas, y aplicar las estrategias que nos funcionan para hacerles zig zag. Es importante documentar todo esto para compartirlo con otras organizaciones con menos capacidad de análisis digital.
✅Fortalezcamos nuestra presencia en plataformas que demuestren estar alineadas con nuestros valores. Por ejemplo, LinkedIn está invirtiendo en visibilizar contenidos periodísticos y sociales, ahora que otras plataformas le dieron la espalda a esto. Así lo afirmó el editor en jefe y vicepresidente de la compañía, Dan Roth, en una entrevista reciente en Axios (disponible aquí).
✅ ¿Qué pasa con el contenido de pago? ¿Podemos seguir promoviendo contenido social o político mediante anuncios en Instagram? Sí, absolutamente. Meta no ha realizado cambios en sus políticas de publicidad política, las cuales se detallan en esta guía.
✅ Abracemos lo presencial, apostémosle a lugares de encuentro físicos con personas cercanas o no, y con nuevas audiencias. Recomiendo mucho este boletín de Laura Rodríguez, quien escribe La Lupa Digital centrada en Centroamérica y México y nos cuenta cómo muchas redacciones periodísticas activaron este recurso y les está funcionando 🤓.
¡Gracias por leer!
Si quieren compartir ideas sobre este tema, pueden dejarlas en el área de comentarios de esta publicación.
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Diseño: CRUAÑAS EMII / Edición: Koleia Bungard